La percepción olfativa humana
Sin duda, en el hombre el olfato ha perdido el papel de búsqueda de alimento y también el defensivo, pero conserva un importante significado afectivo. Las sensaciones olorosas están teñidas de sentimientos de placer o desagrado.
Así, el aroma de los manjares estimula el apetito y mejora la digestión, provocando abundante secreción de jugo gástrico; en el mismo plano, nos agrada y nos acerca a otras personas su perfume. En el polo opuesto nos molestan los olores nauseabundos, fuertes, picantes, etc.
Así, el aroma de los manjares estimula el apetito y mejora la digestión, provocando abundante secreción de jugo gástrico; en el mismo plano, nos agrada y nos acerca a otras personas su perfume. En el polo opuesto nos molestan los olores nauseabundos, fuertes, picantes, etc.
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