La Jirafa
EL ANIMAL MÁS ALTO DEL MUNDO.
Su altura puede alcanzar desde 4,5 a 6 metros.
A pesar de que su cuello es muy alto ( 3,5 a 4 metros ), tiene el mismo número de vértebras que un ratón: ¡ siete !. El dibujo de su piel es bastante variado y su diversidad intraespecífica muy grande. Las manchas son tan únicas como las huellas digitales en los humanos.
ALIMENTO EN LO ALTO.
La forma de alimentación de las jirafas es el ramoneo. Se valen de las alturas para alimentarse de hojas, ramas y demás vegetación en las copas de los árboles. Además la lengua es larga y prensil, pudiendo medir hasta 60 centímetros de largo, y los labios son gruesos protegiéndolos de las espinas de los árboles.
Por dicha razón, en cautiverio se les coloca la comida en lo alto, ya que no pueden alcanzarla en el suelo si no es abriendo sus patas anteriores, con peligro de dislocaciones o roturas musculares.
DE LA SABANA A LA CIUDAD.
Antiguamente estos animales habitaban en toda África, pero la creciente aridez de algunas zonas y un exceso en la casa, los han limitado, en la actualidad, a las sabanas de vegetación no muy densa; pobladas de acacias y mimosas, dos de los árboles más característicos de la región.
Las jirafas son gregarias, es decir, suelen vivir en grupos de hasta cuarenta individuos, bajo el dominio de un macho más viejo, pero generalmente conducidos por una hembra.
A pesar de su gran tamaño, se mueven graciosa y velozmente apoyadas por sus robustas pezuñas de dos dedos. Cuando trotan o caminan lentamente, levantan hacia adelante las patas del mismo lado del cuerpo.
Dicha marcha es conocida con el nombre de ambladura y los convierte en elegantísimos animales. Aunque parecen lentos en sus desplazamientos, pueden galopar a una buena velocidad: 64 kilómetros por hora; llevando las patas traseras hacia adelante al mismo tiempo y por fuera de las patas delanteras.
TRAS QUINCE MESES DE DULCE ESPERA.
El período de gestación de la jirafa es de 15 meses. El parto es el momento más crítico para la única cría, ya que se produce una caída de casi dos metros.
Su altura puede alcanzar desde 4,5 a 6 metros.
A pesar de que su cuello es muy alto ( 3,5 a 4 metros ), tiene el mismo número de vértebras que un ratón: ¡ siete !. El dibujo de su piel es bastante variado y su diversidad intraespecífica muy grande. Las manchas son tan únicas como las huellas digitales en los humanos.
ALIMENTO EN LO ALTO.
La forma de alimentación de las jirafas es el ramoneo. Se valen de las alturas para alimentarse de hojas, ramas y demás vegetación en las copas de los árboles. Además la lengua es larga y prensil, pudiendo medir hasta 60 centímetros de largo, y los labios son gruesos protegiéndolos de las espinas de los árboles.
Por dicha razón, en cautiverio se les coloca la comida en lo alto, ya que no pueden alcanzarla en el suelo si no es abriendo sus patas anteriores, con peligro de dislocaciones o roturas musculares.
DE LA SABANA A LA CIUDAD.
Antiguamente estos animales habitaban en toda África, pero la creciente aridez de algunas zonas y un exceso en la casa, los han limitado, en la actualidad, a las sabanas de vegetación no muy densa; pobladas de acacias y mimosas, dos de los árboles más característicos de la región.
Las jirafas son gregarias, es decir, suelen vivir en grupos de hasta cuarenta individuos, bajo el dominio de un macho más viejo, pero generalmente conducidos por una hembra.
A pesar de su gran tamaño, se mueven graciosa y velozmente apoyadas por sus robustas pezuñas de dos dedos. Cuando trotan o caminan lentamente, levantan hacia adelante las patas del mismo lado del cuerpo.
Dicha marcha es conocida con el nombre de ambladura y los convierte en elegantísimos animales. Aunque parecen lentos en sus desplazamientos, pueden galopar a una buena velocidad: 64 kilómetros por hora; llevando las patas traseras hacia adelante al mismo tiempo y por fuera de las patas delanteras.
TRAS QUINCE MESES DE DULCE ESPERA.
El período de gestación de la jirafa es de 15 meses. El parto es el momento más crítico para la única cría, ya que se produce una caída de casi dos metros.
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