Raúl Leoni. Una voluntad de servicio
Raúl Leoni Otero (El Manteco, Bolívar, 26 de abril de 1905 - Nueva York, Estados Unidos, 5 de julio de 1972) fue un abogado, político y masón venezolano. Presidente del Senado y del Congreso de la República entre 1959 y 1963. Presidente de Venezuela entre los años 1964 y 1969.
La patria es la creación permanente de sus hijos. Y la patria se honra a sí misma cuando honra a sus hijos mejores.
El Homenaje que el Congreso de la República le rinde esta tarde, a los diez años de haber muerto, es merecido y justo. Un acto de justicia para un hombre justo. Y está bien que así lo hagamos, porque Venezuela fortalece sus raíces cívicas cuando recuerda con solemnidad a aquellos de sus hijos que supieron retornar en acción social generosa el honor que significa haber nacido en esta tierra. Leoni fue uno de esos, Su vida entera le ganó la admiración, el respeto y el cariño de sus conciudadanos, por su comportamiento en cada uno de sus dilemas que tuvo que enfrentar, en cada uno de los ríos que tuvo que cruzar, en cada una de las decisiones, que unas veces en el riesgoso combate clandestino, o en la penuria y el aislamiento del destierro, o en el calor de la asamblea, o en la soledad última de la cumbre presidencial, hubo de tomar.
En Raúl Leoni rendimos tributo al hombre, al amigo y compañero consecuente, y al estadista.“Raúl Leoni había entrado en la historia por la puerta del corazón”. Y es que fue realmente el fervor popular el que lo condujo a la posteridad, porque a la Historia no se ingresa con perfiles ajenos ni de otro modo. Se trata de una decisión que sólo el pueblo puede tomar. Y allí está Leoni, en la historia y en la tradición. Y lo está porque supo serles fiel.
A nosotros, a todos nosotros, nos corresponde ahora, por imperativo de hombres, rendir fidelidad a la historia y a la tradición y a quienes hicieron una y otra; pero no recreándonos en ellas, ni tampoco limitándonos a vivir en el presente contemplativamente, como quien da vueltas sin término en torno a los pedestales, sino responsabilizándonos con el futuro que legaremos a las nuevas generaciones. Inspirarnos en el sedimento de esas vidas ilustres, para ampliar y continuar su aporte histórico, es nuestro deber. Y es que sólo hay una forma de ser fieles a los hombres que como Raúl Leoni cumplieron con la historia y con su tiempo: seguir su ejemplo. Vamos entonces…
(Discurso de Jaime Lusinchi, en elCongreso Nacional con motivo del homenajmemoria del ex Presidente Raúl Leoni en el X
aniversario de su muerte).
La patria es la creación permanente de sus hijos. Y la patria se honra a sí misma cuando honra a sus hijos mejores.
En Raúl Leoni rendimos tributo al hombre, al amigo y compañero consecuente, y al estadista.“Raúl Leoni había entrado en la historia por la puerta del corazón”. Y es que fue realmente el fervor popular el que lo condujo a la posteridad, porque a la Historia no se ingresa con perfiles ajenos ni de otro modo. Se trata de una decisión que sólo el pueblo puede tomar. Y allí está Leoni, en la historia y en la tradición. Y lo está porque supo serles fiel.
A nosotros, a todos nosotros, nos corresponde ahora, por imperativo de hombres, rendir fidelidad a la historia y a la tradición y a quienes hicieron una y otra; pero no recreándonos en ellas, ni tampoco limitándonos a vivir en el presente contemplativamente, como quien da vueltas sin término en torno a los pedestales, sino responsabilizándonos con el futuro que legaremos a las nuevas generaciones. Inspirarnos en el sedimento de esas vidas ilustres, para ampliar y continuar su aporte histórico, es nuestro deber. Y es que sólo hay una forma de ser fieles a los hombres que como Raúl Leoni cumplieron con la historia y con su tiempo: seguir su ejemplo. Vamos entonces…
(Discurso de Jaime Lusinchi, en elCongreso Nacional con motivo del homenajmemoria del ex Presidente Raúl Leoni en el X
aniversario de su muerte).
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